Era una costumbre arraigada formarnos un estilo de vida lleno de actividades, de prisa, estrés y ansiedad. Muchas veces por estar pensando o realizando nuestras actividades diarias, dejamos de lado esos pequeños placeres que nos hacen amar el instante y disfrutar de un gusto que, en algunos momentos, se nos olvida que tenemos derecho a darnos para complacernos. Y no tienen que ser grandes cosas, al contrario, estoy…