Hey!
Antes que nada, quiero decir que es un poco complicado el escribir sobre acciones que nos pasan día a día, ya que podemos vivirlas de mil maneras distintas, en diferentes lugares, horas y, situaciones opuestas, pero el escribir sobre ello, más bien al plasmarlo con palabras, se empieza a volver un poco complejo. Soy diseñadora y, mi forma de ver las cosas se va más hacia lo que puedo tocar y ver, así que escribiré de acuerdo a mi perspectiva, que creo que es siendo sincera y, compartiéndoles un poco de como veo las cosas y situaciones.
Dar ¿Cuántas veces no hemos estado en esa situación de querer brindar, o transmitir algo de nosotros a través de diferentes acciones? Bueno es algo que me pasa muy seguido, desde ver a una persona mayor en situación vulnerable o ver un perrito solo, sé que no resolveré la vida de los demás, pero sé que puedo ser parte de un pequeño cambio en ellos.
Un día de pequeña, cuestiones a mi papa sobre el por qué no ayudó a unos jóvenes que pedían dinero en la calle, él, para la corta edad que yo tenía, me respondió, que a veces más ayudas al no dar, obviamente no entendí, yo pensé que él se refería a cuestión monetaria. Tiempo después le volví a cuestionar lo mismo, yo ya tenía más edad y estaba en mi primer empleo, antes de responderme me pidió que cuando yo tuviera la posibilidad apoyara y diera un poco de todo lo que tengo y, que cuando dé, tiene que ser porque nace del corazón, porque así lo que dé se me duplicara.
Ahí empecé a entender que nuestras necesidades también van cambiando dependiendo el momento, a todos nos sobra algo. Y vamos aprendiendo que al ayudar y dar a los demás nos ayudamos a nosotras mismas.
Y que cuando damos, compartimos sentimientos, experiencia, intuición, estamos dando lo que quizá es nuestra mayor capacidad como seres humanos. Nuestra alma deja de ser egoísta y hacemos el esfuerzo constantemente de ayudar al prójimo, se vuelve un acto que hace feliz a otro e inspiramos a quienes lo reciben a dar felicidad y amor a los demás. Y estos, por más que se repartan jamás se agotan.
Pero para dar también hay que dar lo que tenemos, les propongo que den un saludo, brinden una sonrisa a completos extraños, ya sea la señora que va junto a ustedes en el metro, a un maestro que se ve tiene un mal día, a un miembro de su familia, alguien que las hace sentir incómodas, a quien ustedes quieran, el chiste es dar algo que no les piden pero que ustedes sientan que les nace de corazón y que tal vez con esos pequeños gestos ustedes están ayudando a mejorar un mal día, mal humor, o ideas erróneas que como seres humanos siempre tenemos.
2 Comments
Karina Cerritos
abril 6, 2017 at 4:17 pmJusto hoy que salí de mi casa al trabajo pense en eso y si, empece a saludar, y aunque no te respondan, tienes la satisfacción personal y como que leo tu post “casualmente” después de decidir que así intentare salir todos los días de casa, con actitud, tratando de hacer mejor “mi” mundo. Excelentes y correctas palabras. Un saludo!!
Mary Julieta Tass
abril 8, 2017 at 1:56 amMe encanto! Muy buen artículo, es muy cierto que esos pequeños actos cambian todo. Mejoremos el mundo juntas!